ETAPAS
DE LA VIDA DEL SER HUMANO
Según Telmo (2003)
cada etapa del desarrollo humano tiene características muy especiales. Cada una
de las etapas se superpone paulatinamente con la siguiente. Sin embargo, no hay
un consenso que determine cuantas y cuáles son esas etapas. Tampoco se puede
decir cuando comienza exactamente y cuando termina cada etapa, pues en el
desarrollo influyen diversos factores individuales, sociales y culturales. Por
eso se dice que cada persona tiene su adecuado compás de desarrollo.
Generalmente de han considerado las siguientes etapas del desarrollo humano,
que a continuación se explicaran:
·
Pre-natal
·
Infancia
·
Niñez
·
Adolescencia
·
Juventud
·
Adultez
·
Ancianidad
Nuestra
inconsistencia en la selección de los marcadores de periodos en la vida pone de
relieve un hecho acerca del desarrollo en el que la mayoría de los psicólogos
están de acuerdo. La edad cronológica es una manera deficiente de dividir el
ciclo de la vida, y es en los mayores en los que menos útil resulta. Los
marcadores biológicos, cronológicos y sociales coinciden aproximadamente con
las principales fases de la vida, pero comúnmente ocurren simultáneamente. De
todos modos, al hablar del desarrollo parece conveniente utilizar cinco
periodos cronológicos, que más o menos corresponden a nuestra cultura.
El
periodo de lactancia empieza en el nacimiento y comprende hasta aproximadamente
2 años de edad.
El
segunda periodo es la infancia desde los 2 años hasta la niñez tardía de unos
12 años
El tercer periodo es la adolescencia que
comienza con la pubertad que es el final de la infancia y el inicio de la
adolescencia comprende de los 12 a los 20 años.
El cuarto periodo es la adultez inicial que
abarca de los 20 a los 40 años.
El
quinto periodo es la adultez madura que abarca de los 40 a los 60 años de edad.
Y
el sexto periodo senectud o vejez abarca de los 60 años en adelante.
GESTACION
Esta etapa se
desarrolla en el vientre materno, desde que se concibe al nuevo ser hasta su
nacimiento. Actualmente se ha dado mucha importancia a esta etapa, pues se ha
comprobado que antes del nacimiento hay signos de actividad. La madre, con su
ambiente psicoafectivo forma en el ser su propia urdiembre. Es a través de la
madre qu7e llegan al niño las primeras notas de la vida. Acoge el regocijo o la
contrariedad del padre, el gozo o fastidio de sus hermanitos, y las
satisfacciones de la madre. Se considera a esta fase como el núcleo de las
demás etapas pues en ella se está gestando ya el futuro de la personalidad de
un ser. Esta etapa es de suma importancia ya que todo lo que pasa dentro y
fuera de ella deja huella en un ser. En referencia a los estímulos, es a partir
de los tres meses que el niño responde a los estimulos internos y desde los
seis meses a los externos. Se puede decir que ya hay formas de sensación y
actividad.
INFANCIA
Nos referimos a esta etapa cuando hablamos de los años comprendidos
entre el nacimiento y los seis o siete años de vida.
En el desarrollo físico y motor tenemos que el recién nacido pesa
normalmente entre d.5 a 3 kg y tiene una estatura promedio de o.50m. Tiene una
cabeza desproporcionada en relación con su cuerpo y duerme la mayor parte del
tiempo. Pero no es un ser completamente pasivo ya que gradualmente va reaccionando
a la variedad e intensidad de los estímulos de su nuevo ambiente.
En esta etapa cuando aparecen los primeros actos reflejos:
·
Succión del pecho materno
·
Contracción pupilar
·
Reacción ante sonidos fuertes y ante diversos
sabores. Realiza movimientos espontáneos e indiferenciados: Agita y retuerce su
cuerpo, mueve los brazos y piernas( pedalea)
·
Reacciones emocionales indiscriminadas de agitación
y excitación que acompañan a los movimientos espontáneos y que se produce ante
estímulos agradables o desagradables.
Lo siguiente puede ser observado en el desarrollo
motor:
·
A las 15 semanas: puede tomar un objeto
perfectamente
·
A las 25 semanas: Se sienta solo
·
A las 45 semanas: Gatea
·
A los 15 meses: Ya camina solo
·
A los 2 años: Sube las escaleras solo
· A los 3 años: Corre de una manera más uniforme,
puede lavarse y secarse las manos solo, alimentarse con una cuchara sin
ensuciar demasiado, ir al baño, responder a instrucciones.
En relación con el desarrollo cognoscitivo según
Piaget, (2001), el infante, hasta los 6 o 7 años pasa por los siguientes
periodos de desarrollo de la inteligencia:
·
PERIODO DE INTELIGENCIA CENSO-MOTORA: El infante
empieza a ejercitar sus órganos sensoriales, sus movimientos y su lenguaje que
le permitirán ir afrontando determinados problemas. Entre los 5 y 9 meses, él
bebe moverá su sonaja para escuchar el ruido.
·
PERIODO DE LA INTELIGENCIA CONCRETA:
A) Fase del pensamiento simbólico (2- 4 años):
El niño lleva a cabo sus primeros intentos relativamente desorganizados
e inciertos de tomar contacto con su entorno nuevo y desconocido de símbolos.
Da inicio a la adquisición sistemática del lenguaje gracias a la aparición de
una función simbólica que se manifiesta también en los juegos imaginativos. Por
ejemplo, el niño que le regalaron una pelota grande y de colores que está
colocada como un adorno. Sus hermanos salen a jugar (sin llevar la pelota de
siempre, sucia y pequeña) y le dicen al niño que traiga la pelota; el llevara
la que está de adorno porque para él no hay más pelota que la que le regalaron.
B) Fase del pensamiento intuitivo (4-7 años) Basada en los datos perceptivos-
Así tenemos por ejemplo dos vasos llenos de la misma cantidad de bolitas, el
niño dirá que hay mas en el vaso largo. En esta etapa el proceso del niño va
consiguiendo estabilidad poco a poco, esto lo consigue creando una estructura
llamada agrupación. El niño comienza a razonar y realizar operaciones lógicas
de modo concreto y sobre cosas dominables. Puede encontrar vías diversas para
llegar al mismo punto (sabe armar rompecabezas).
Es en la infancia cuando se produce el egocentrismo, todo gira entorno
al “yo” del infante y es incapaz de distinguir entre su propio punto de vista y
el de los demás. También en este periodo predomina el juego y la fantasía, por
lo que el infante gusta de cuentos, fabulas y leyendas. Es aquí cuando el niño
da rienda suelta a su fantasía dándole vida a las cosas y creando su propio
mundo psicológico especial.
En esta etapa, el niño aprende a ser hombre y la niña a ser mujer,
característica que la acompañara toda su vida.
La Adolescencia y pubertad
Es la etapa en que el individuo deja de ser un
niño, pero sin haber alcanzado aún la madurez del adulto. Sin embargo, es un
tránsito complicado y difícil que normalmente debe superar para llegar a la
edad adulta. Se considera que la adolescencia se inicia
aproximadamente a los 12 años promedio, en las mujeres y a los 13 años en los
varones. Este es el momento en que aparece el periodo de la pubertad, que cambia al
individuo con respecto a lo que hasta entonces era su niñez.
En la
adolescencia se distinguen dos etapas:
1)
Pre-adolescencia (fenómeno de la pubertad)
2)
Adolescencia propiamente dicha.
LA
PREADOLESCENCIA:
Desarrollo físico: Se produce una intensa
actividad hormonal. Se inicia a los 11 o 12 años en las mujeres y a los 13 o 14
años en los varones. En las mujeres aparece la primera menstruación y en los
varones la primera eyaculación; pero en ambos todavía sin aptitud para la procreación.
En ambos sexos aparece el vello púbico.
Se da
también un rápido aumento de estatura, incremento en el peso, aparición de
caracteres sexuales secundarios; en las mujeres: senos, caderas, etc. En los
varones: Mayor desarrollo muscular, fuerza física, aumenta el ancho de la
espalda, cambio de voz, pilosidad
en el rostro, etc.
·
Desarrollo cognoscitivo:
No confunde lo real con
lo imaginario y por tanto puede imaginar lo que podría ser.
Usa con mayor facilidad
los procedimientos lógicos: análisis, síntesis… Descubre el juego del
pensamiento.
Desarrollo su espíritu
crítico.
Discute para probar su
capacidad y la seguridad del adulto.
En ocasiones es
fantasioso, pero con poca frecuencia. Hay una proyección de sí en el porvenir;
pero también a veces evade lo real.
·
Desarrollo tendencial:
Tiene necesidad de seguridad pero a la vez una
necesidad de independencia de sus padres.
Esto hace que despierte la necesidad de libertad, de ser independiente y
libre; para ello emplea la desobediencia como una necesidad.
·
Desarrollo afectivo:
Gran intensidad de emociones y sentimientos.
Hay desproporción entre el sentimiento y su
expresión.
Las manifestaciones externas son poco controladas y
se traducen en tics nerviosos, muecas, refunfuños, gestos bruscos, gritos
extemporáneos.
Pasa con facilidad de la agresividad a la timidez.
·
Desarrollo social:
Creciente emancipación de los padres.
Busca la independencia pero a la vez busca
protección en ellos.
Se da mutua falta de comprensión (con sus padres)
Tiene necesidad de valorarse, de afirmarse, de
afiliación y de sentirse aceptado y reconocido por los de su entorno.
Su principal interés son las
diversiones, el deporte, etc.
·
Desarrollo sexual:
Tendencia a la separación entre chicos y chicas.
Gran curiosidad por todo lo relacionado con la
sexualidad
·
Desarrollo social:
Va pasando de la heteronomía a la autonomía.
Aquí influye mucho la moral de la familia como testimonio.
Así el adolescente será capaz de:
·
Fijar metas y objetivos propios.
·
Organizar su actividad en conformidad con sus proyectos.
·
Organizar mejor y eficientemente su tiempo libre.
·
Desarrollo religioso:
El
desarrollo religioso puede ser problemático cuando:
Los padres no dan
testimonio, usan la religión como disciplina y no son estables.
Cuando el muchacho
encuentra serias dificultades en el ramo de la sexualidad.
Cuando la religión, en
el ambiente social, es considerado como "cosa de mujeres",
"pueril".
Cuando la catequesis
recibida en la infancia ha sido formalista y separada de la vida.
LA
ADOLESCENCIA
Desarrollo Cognoscitivo: La adolescencia es la
etapa donde madura el pensamiento lógico formal. Así su pensamiento es más
objetivo y racional. El adolescente empieza a pensar abstrayendo de las
circunstancias presentes, y a elaborar teorías de todas las
cosas. Es capaz de raciocinar de un modo hipotético deductivo, es decir, a
partir de hipótesis gratuitas y,
procediendo únicamente por la fuerza del mismo raciocinio, llegar a
conclusiones que pueden contradecir los datos de la experiencia.
La adolescencia es también la edad de la fantasía,
sueña con los ojos abiertos ya que el mundo real no ofrece bastante campo ni
proporciona suficiente materia a las desmedidas apetencias de sentir y así se
refugia en u mundo fantasmagórico donde se mueve a sus anchas. Es también la
edad de los ideales. El ideal es un sistema de valores al cual tiende por
su extraordinaria importancia. El adolescente descubre estos valores y trata de
conquistarlos para sí y para los demás. Aunque este hecho no afecta a todos
los adolescentes. Depende de la
formación recibida.
·
Desarrollo motivacional: Según Schneiders , en
el adolescente sobresalen los siguientes motivos:
·
o Necesidad de seguridad: Se funda en un
sentimiento de certeza en el mundo interno (estima de sí, de sus habilidades,
de su valor intrínseco, de
su equilibrio emocional, de su
integridad física) y externo (económica, su statuts en la familia y en el grupo). El adolescente puede
sufrir inseguridad por los cambios
fisiológicos, la incoherencia emotiva o por la falta de confianza en los
propios juicios y decisiones.
o Necesidad de
independencia: Más que una existencia separada y suficiencia
económica, significa, sobre todo, independencia emocional, intelectual,
volitiva y libertad de acción. Se trata de una
afirmación de sí.
o Necesidad de experiencia: Fruto del desarrollo y
la maduración que en todos sus aspectos son dependientes de la experiencia.
Este deseo de experiencia se manifiesta claramente en las actividades
"vicarias" (TV, radio, conversación, cine,
lecturas, juegos, deportes). Por esto mismo se
meten en actividades poco recomendables: alcohol, drogas, etc.
o Necesidad de integración (de identidad): Que es un deseo
inviolable y de valor personal.
o Necesidad de afecto: Sentir y demostrar
ternura, admiración, aprobación).
·
Desarrollo afectivo: Es difícil establecer
si la adolescencia es o no un periodo de mayor inestabilidad emotiva . Pero
nada impide reconocer la riqueza emotiva de la vida del adolescente y su
originalidad.
La sensibilidad avanza en intensidad, amplitud y
profundidad. Mil cosas hay ante las que ayer permanecía indiferente y, hoy,
patentizará su afectividad. Las circunstancias del adolescente, como la
dependencia de la escuela, del hogar, le obligan a rechazar hacia el interior
las emociones que le dominan. De ahí la viveza de su sensibilidad: al menor
reproche se le verá frecuentemente rebelde, colérico. Por el contrario, una
manifestación de simpatía, un cumplido que recibe, le pondrán radiante, entusiasmado,
gozoso. El adolescente es variado en su humor.
·
Desarrollo social: Tanto el desarrollo
cognoscitivo, como el motivacional y afectivo agilizan el proceso de socialización. El adolescente tiene
en su comportamiento social algunas tendencias que conviene reseñar:
·
o A medida que crece, son
mayores y más variadas sus experiencias sociales.
o Este mayor contacto con
la sociedad favorece un conocimiento más real de la
sociedad.
o Mayor conciencia de los demás, así
como una progresiva conciencia de pertenencia a una clase social
o Otras tendencias
importantes son la madurez de la adaptación heterosexual, la búsqueda de status
en el grupo de compañeros de la misma edad y la emancipación de la familia.
En este proceso de socialización encontramos en el
adolescente una serie de oscilaciones tales como:
·
Oscilación entre excitación y depresión: trabajo y ocio, buen humor
y llanto.
·
Oscilación entre sociabilidad e insociabilidad:
delicados e hirientes, tratables e intratables.
·
Oscilaciones entre confianza y desconfianza de sí
mismos.
·
Oscilaciones entre vida heroica y sensualidad.
En esta época aparecen rivalidades y luchas para
obtener el poder y ejercerlo sobre lso demás. Prueba sus fuerzas físicas y así
se convierte en agresivo, lo que se manifiesta con ciertos actos exteriores (se
golpean unos a otros), palabras agresivas (se insultan), manifestaciones
reprimidas y ocultas, agresividad contra sí mismos, agresividad contra las
cosas.
La situación del adolescente frente a la familia es
ambivalente: Por una parte está la emancipación progresiva de la familia, lo
que implica un riesgo; y por otra, el
adolescente percibe que su familia es fuente de seguridad y ayuda, con miedo a
perderla. Esta situación puede o no ser conflictiva. Depende cómo los hijos son
educados. Será entonces, conflictiva:
·
Por las relaciones personales precedentes
defectuosas.
·
Por el sentido de inutilidad por parte de los
padres.
·
Por sobreprotección parental o por abandono.
·
Por dudas de parte de los padres en torno a la responsabilidad de sus hijos.
·
Por el fenómeno de la constancia perceptiva, a
través de la cual a los hijos se les ve siempre "niños".
·
Por las frustraciones de los padres proyectadas a
sus hijos que llevan a una identificación a la inversa y a una mala interpretación.
·
Los padres afrontan los problemas de hoy en
contexto de ayer.
·
Por el hecho de que los padres son adultos y
representan a la clase privilegiada, que niega al adolescente el
"status" del mismo género.
·
Por el "conflicto de generaciones"
debido a los contrastes que pueden surgir por la diferencia de edad entre dos
generaciones.
Una línea de solución está en la comprensión, en un
gradual proceso decisional comunitario. Durante la adolescencia, la escuela
favorece la reorganización de la personalidad sobre la base de
la independencia. La escuela facilita:
·
La emancipación de los padres
·
Un status autónomo fundado sobre su propia acción.
·
La constitución de grupos
·
Una mayor independencia volitiva al tratar con los
adultos.
Pero también la escuela puede presentar los
siguientes obstáculos:
·
Puede desatender problemas vitales (si se limita a
lo intelectual)
·
Ignora al estudiante como individuo (sólo exige
rendimiento)
·
Prolonga las relaciones adulto – niño.
·
Algunas escuelas son el campo de batalla de
contiendas ideológicas y políticas.
Hemos de ver también las relaciones entre
adolescentes: La amistad entre adolescentes
se caracteriza por la sinceridad, el altruismo, la delicadeza. Se precian de
tener los mismos gustos y opiniones, se imitan, se tienen mutua confianza, se
quieren con exclusividad, se sacrifican unos por otros.
Entre ellos predominan los grupos primarios, se
reúnen con frecuencia, participan de las mismas diversiones, peligros y
emociones. El grupo proporciona a los adolescentes bienes diversos:
·
Les da sentimiento de seguridad, protección y solidaridad.
·
Facilita las amistades
·
Es una escuela de formación social
·
Ayuda a emanciparse de sus padres
·
Reduce el conjunto de frustraciones.
- Desarrollo sexual: La sexualidad del
adolescente no es sólo un fenómeno psico - fisiológico, sino también socio –
cultural. Los valores, costumbres y controles
sexuales de la sociedad en que vive el adolescente determinan en gran parte
su actitud y comportamiento
psicosexual.Todos los adolescentes en un momento dado se preocupan más o menos
de su desarrollo sexual pero de ello no hablan espontáneamente sino en un clima de gran confianza.
La tensión sexual que tiene todo adolescente es el resultado de tres tipos de
estimulantes que operan de forma compleja: La acción de mundo exterior, la
influencia de la vida psíquica y la acción del organismo. En la adolescencia
comienzas las primeras atracciones heterosexuales, la chica es más corazón y el chico es más
cuerpo. La chica es más exhibicionista que el chico.
- Desarrollo moral: La moral para los
adolescentes no es una exposición de principios, ni un conjunto de
convenciones sociales; es, ante todo, un comprometer todo su ser a la búsqueda
de la imagen ideal de sí mismo,
donde pone a prueba la fuerza de la voluntad, la solidez de las posibilidades y
cualidades personales. Hay algunos valores morales que ellos prefieren por ser
más brillantes, más nobles y porque exigen un don de sí más absoluto.
·
El sentido del honor: sentimiento de la nobleza y
de la dignidad del hombre frente
al hombre.
·
La sinceridad, signo de una personalidad que se
afirma.
·
La valentía, motor de muchos actos.
·
La lealtad.
- Desarrollo
religioso: En la adolescencia se pone en movimiento exigencias
particulares como el encuadramiento del propio yo en un mundo que tiene un
sentido absoluto; estas exigencias hallan respuesta sólo en una específica
dimensión religiosa. En esta edad, lo trascendente son afirmados como tales.
Sin duda que para esto influye la educación dada por los padres, la ecuación de
la escuela y el medio ambiente.
El grupo de compromiso en la fe ahonda la
religiosidad del adolescente y lo abre a los demás.
JUVENTUD
Es la etapa en la que el individuo se encuentra más
tranquilo con respecto a lo que fue su adolescencia, aunque todavía no ha
llegado al equilibrio de la adultez. El joven es capaz de orientar su vida y de
ir llegando a la progresiva integración de todos los aspectos de su
personalidad.
En el campo del conocimiento: El joven es más reflexivo y más analítico. Es la mejor época para el aprendizaje intelectual, porque el pensamiento ha logrado frenar cada vez más
los excesos de la fantasía y es capaz de dirigirse más objetivamente a la
realidad. Tiene ideas e iniciativas propias, pero no deja de ser un idealista;
sus ideales comienzan a clarificarse. De ahí nace el deseo de comprometerse.
En el aspecto moral: Los valores empiezan a tener jerarquía en la que predomina la justicia y es capaz de distinguir lo prioritario y lo urgente. Rechaza la
imposición, no con agresividad sino con una sana rebeldía. Asume una conciencia
propia de sus actos y les da el valor moral que les corresponde. Su desarrollo
puede desembocar en la autonomía y entonces sabrá integrar a
sus convicciones personales los valores presentados por la sociedad, la
religión, el grupo y el ambiente de trabajo o de estudio. Pero también puede
desembocar en la dependencia, entonces será arrastrado por lo que
los otros, será como un barco sin anclas en el que las olas le harán bailar
hasta que la primera tempestad le haga naufragar. Nace en el joven el concepto de bien y de mal.
En el ámbito vocacional: Es el momento en el que el joven
se orienta hacia una profesión, hacia el mundo del trabajo, todo se concretiza
en el PROYECTO DE LA EXISTENCIA. Ese proyecto es el conjunto de valores en el que
el joven crece, le da una orientación a la propia vida y lo orienta
dinámicamente hacia el futuro. Puede el joven desviarse escogiendo un proyecto
consumístico, egocéntrico; un proyecto válido ha de tener en cuenta el hecho
fundamental de la existencia, las convicciones religiosas, el compromiso…Todo
esto supone una opción inteligente y libre. En esa medida será una opción que
responda al hecho fundamental de la existencia: "ser para el otro"
será una opción de amor.
En la vida afectiva y sexual: Mirando hacia atrás, un joven se ríe de sus fracasos sentimentales,
porque empieza a descubrir lo que es realmente el amor. El joven varón, luego de sentirse atraído por el físico de las chicas
y por las chicas que llenaban determinadas cualidades, ahora necesita amar a
una sola persona con quien proyectar posteriormente una comunidad de vida. La joven deja de soñar en su príncipe azul, para aceptar
un muchacho como es, e iniciar un diálogo de amor auténtico.
El amor ya no es para él o para ella un
simple pasatiempo, una necesidad social, un escape, una compensación, sino un
compromiso serio y respetuoso con la persona a quien ama. Todo esto implica que
el joven es ya dueño de sí, controla sus impulsos y así se desempeña
oportunamente.
Su socialización: Frente a los demás, el joven actúa responsablemente, es decir, haciendo
uso de su libertad es capaz de responder de cada uno de sus actos, de tener
conciencia de lo que dice y hace en orden a la realización del proyecto de
vida. Esto significa que el joven:
1.
Asume la vida como tarea
2.
Es consciente de su solidaridad con los
demás
3.
Está convencido que su vida es para los
demás
4.
Está abierto a nuevas responsabilidades
El joven va concluyendo la emancipación
de la familia mientras que se abre cada vez más a múltiples relaciones
sociales. Descubre las ideologías y se orienta por un ideario político, pero
también entra en conflicto ante diversas pretensiones totalizantes que lo
llevan a relativizar todo (para él vale tanto Julio César, como Mao, Jesucristo
o Mahoma).
Desarrollo religioso del joven: En el joven se verifican profundas transformaciones en el pensamiento
religioso. Así, el joven fundamenta críticamente la religión con mayor base
motivacional, pero también puede acentuar su crítica sobre determinadas formas institucionales que se oponen al ideal
de un pueblo de Dios en marcha.
ADULTEZ
En esta etapa de la vida el individuo
normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y psíquico. Su
personalidad y su carácter se presentan relativamente firmes y seguros, con todas las diferencias individuales que pueden darse en la
realidad. Así, hay adultos de firme y segura personalidad capaces de una conducta eficaz en su desempeño en la vida; hay otros de una personalidad no tan firme ni
segura; finalmente existen los que adolecen de una pobre y deficiente manera de
ser (personalidad) que los lleva a comportamientos ineficaces y hasta
anormales.
El adulto maduro se
distingue por las siguientes características:
·
Controla adecuadamente su vida
emocional, lo que le permite afrontar los problemas con mayor serenidad y
seguridad que en las etapas anteriores.
·
Se adapta por completo a la vida social
y cultural. Forma su propia familia. Ejerce plenamente su actividad
profesional, cívica y cultural. Es la etapa de mayor rendimiento en la
actividad.
·
Es capaz de reconocer y valorar sus
propias posibilidades y limitaciones. Esto lo hace sentirse con capacidad para
realizar unas cosas e incapaz para otras. Condición básica para una conducta
eficaz.
·
Normalmente tiene una percepción
correcta de la realidad (objetividad), lo cual lo capacita para comportarse con
mayor eficacia y sentido de responsabilidad.
El adulto inmaduro presenta
características completamente opuestas:
·
Es contradictorio en su comportamiento
(incoherente) y no controla sus reacciones emocionales.
·
No percibe la realidad tal como ésta es
(falta de objetividad).
·
Menos consciente, responsable y
tolerante (falla en el trabajo)
·
No se adapta adecuadamente a la vida
social (inadaptado)
VEJEZ
La etapa final de la vida, conocida
también como tercera edad, se inicia aproximadamente a los 60 años. Se
caracteriza por una creciente disminución de las fuerzas físicas, lo que, a su
vez, ocasiona en la mayoría una sensible y progresiva baja de las cualidades de
su actividad mental.
La declinación biológica se manifiesta
por una creciente disminución de las capacidades sensoriales y motrices y de la
fuerza física; las crecientes dificultades circulatorias, ocasionadas por el
endurecimiento de las arterias; y en general, el progresivo deterioro del
funcionamiento de los diversos órganos internos.
El anciano va perdiendo el interés por
las cosas de la vida, y viviendo cada vez más en función del pasado, el mismo
que evoca constantemente, ya que el presente y el futuro le ofrecen pocas
perspectivas. Por eso es predominantemente conservador y opuesto a los cambios,
pues así se siente seguro. Como consecuencia de la declinación biológica, y por factores
ambientales, también se van deteriorando las funciones intelectuales (inteligencia, memoria, pensamiento, etc). Pero este deterioro es muy distinto en las diversas
personas, dándose el caso de ancianos de avanzada edad que se conservan en
excelente forma.
Los rasgos de la personalidad y del
carácter se van modificando. Los ancianos que han tenido una adultez inmadura
no saben adaptarse con facilidad a sus nuevas condiciones de vida. Manifiestan
entonces una marcada tendencia a la desconfianza, el egoísmo, la crítica aguda
(especialmente a los jóvenes) y reaccionan agriamente contra sus familiares y
el ambiente social.
En cambio, otros ancianos, que fueron
adultos maduros, se adaptan mejor a su nueva situación y muchos hasta parecen
exagerar el optimismo, buen humor y generosidad. Esto se deba a que, en el
fondo, en la vejez se acentúan los rasgos que distinguieron el carácter en la
adultez, por lo mismo que el individuo ya no es capaz de ejercer un completo
control y dominio de sus manifestaciones psicológicas.
En los individuos especialmente
dotados, la ancianidad es una etapa de gran comprensión, equilibrio y productividad. Tal es el caso de personalidades ilustres que siguieron contribuyendo
activamente a la vida social y cultural de su época cuando ya la mayor parte de
sus coetáneos descansaban en sus cuarteles de invierno.
La ancianidad es la etapa final de la
vida y debe merecer el más grande respeto, consideración y protección.