lunes, 22 de febrero de 2016

EL ANÁLISIS TRANSACCIONAL:

El análisis transaccional es una teoría de la personalidad y delas relaciones humanas con una filosofía propia que, en la actualidad, se aplica para la psicoterapia, el crecimiento y el cambio personal u organizacional en numerosos campos. Sus modelos de análisis son universales. Sus explicaciones son intencionadamente fáciles y próximas a las vivencias inmediatas de las personas.

El Dr. Eric Berne(1910-1970), médico psiquiatra, fue el fundador, principal creador e innovador del Análisis transaccional. Elaboro su modelo a partir de observaciones en la psicoterapia de un grupo a principios de los años cincuenta.


FILOSOFÍA Y PRINCIPIOS DEL ANÁLISIS TRANSACCIONAL

La filosofía del análisis transaccional, basada en la filosofía humanista, parte del principio de que “todos nacemos bien”. Berne decía metafóricamente “Todos nacemos príncipes y princesas”. Despues en nuestras relaciones con los demás tomamos decisiones auto limitadoras con las que nos convertimos en “sapos o ranas encantadas”.

El segundo principio en que se basa el AT es que todos tenemos un cierto potencial humano determinado por los condicionamientos genéticos, circunstanciales de salud, y sociales de origen  y procedencia, pero un cierto potencial humano, que podemos desarrollar.

El tercer principio es que todos podemos cambiar en pos de la autonomía y tenemos los recursos necesarios para hacerlo. Estos recursos pueden ser personales o relacionales e incluyen la posibilidad de tomar nuevas decisiones más autopotenciadoras.

PRINCIPIOS DE APLICACIÓN DEL ANÁLISIS TRANSACCIONAL:

·        La comunicación profesional - cliente ha de ser clara, directa y oportuna o pertinente a la situación.
·         
     El Análisis Transaccional es un método contractual.

"Un contrato es un acuerdo Adulto con uno mismo o con otra persona para realizar un cambio."




ANÁLISIS ESTRUCTURAL DE PRIMER ORDEN

Con el modelo de los estados del yo podemos hacer varios tipos de análisis de la personalidad.

EL NIÑO

Berne definió el estado del yo Niño como "una serie de sentimientos, actitudes y pautas de conducta que son reliquias de la propia infancia del individuo". (Berne, 1961,1976).

COMO DISTINGUIR AL NIÑO EN ACCIÓN

El Niño se manifiesta por medio de gestos más que por palabras: movilidad de los ojos, agitación de las manos y de los pies, posturas, modulación de la voz, utilización de expresiones metafóricas, sensaciones fisiológicas,...

Algunos de sus indicadores son:

Expresiones: ¡Yupi!, ¡Que guay!, ¡Fantástico!, La he fastidiado..., No se qué más decir, Esto funciona.., ¿Vale...?, ¡Jo!, Que rollo...

Tonos de voz: Variable, o retraído y débil, o brillante y excitado.

EL PADRE

Berne definió el estado del yo Padre como "una serie de sentimientos, actitudes y pautas de conducta que se asemejan a los de una figura parental ". (Berne, 1964,1987)

El Padre es, en nuestra memoria, nuestro banco de datos interiorizado, nuestra certeza sobre lo que se debe
hacer en la vida.



COMO DISTINGUIR EL PADRE EN ACCIÓN
Cuando se hace cargo de la personalidad el Padre de la persona (Padre Activo), esta se comporta como lo hacía alguna de sus figuras parentales cuando él tenía determinada edad.

Cuando la persona que habla lo hace desde el Estado del Yo Padre

- usa frases estereotipadas, refranes, clisés,
- da órdenes,
- usa adjetivos calificativos,
- hace juicios de valor,...
como lo hacía alguna de nuestras figuras parentales.

EL ADULTO

Berne definió el estado del yo Adulto como "caracterizado por una serie autónoma de sentimientos, actitudes y pautas de conducta adaptadas a la realidad actual". (Berne, 1961, 1976).

En él radica la aptitud para recoger todas las informaciones necesarias para la decisión, sin ideas preconcebidas ni ilusorias. También la capacidad de estrategia y de negociación para actuar con competencia y eficacia.

COMO DISTINGUIR EL ADULTO EN ACCIÓN

Cuando se hace cargo de la personalidad el Adulto de la persona, esta se comporta de una manera autónoma y pertinente a la situación aquí y ahora.


Usa palabras y frases como: “¿Preparado?... ¡Ahora!”, “Hay demasiadas cosas para trabajar con comodidad”, “¿Dónde pongo esto?”, “Aquí”, “¿Quién, qué, dónde, cuándo, cómo, por qué, para qué?”, “¿Has tomado una decisión?”, “¿Qué esperas de mi?”, “¿Cuáles son los medios de que dispones?”, “No estoy de acuerdo”, “Esta es mi opinión... , pero no es más que mi opinión”, “Estas son las ventajas y los inconvenientes”, "Me siento triste (contento, enfadado, asustado,…) cuando dices (haces) eso"...

DIÁLOGOS INTERNOS

A la hora de enfrentar una determinada situación, los estímulos de la misma llegan a los tres estados del yo. Padre, Adulto y Niño se activan, se estimulan frente a la situación; son los recursos internos de que dispone la persona para responder o reaccionar y darle salida a la situación. 


El Niño Interno en la situación lo experimentamos como vivencias del tipo:
— "Lo que necesito es..."
— "Lo que me apetece hacer es..."

El Padre Interno (Influyente) se experimenta frente a la situación como una voz dentro de la cabeza que nos
dice:
— "Lo que tienes que hacer es..."
— "Lo que debes hacer es..."
— “¡Que malo/bueno eres!”
— “Ellos son son buenos/malos — mejores/peores que tú...”


El Adulto Interno se experimenta como una potencialidad orientada a captar la situación y tratar la realidad externa e interna de una forma objetiva (como "objetos"), como datos, como informaciones, sin prejuicios y sin deformaciones ilusorias (probatura de la realidad). 

Se experimenta como la voz de la razón y en la situación se vivencia como ideas autónomas del tipo:
— "Lo que conviene hacer es..."
— "Lo que quiero hacer es..."




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